Un dia, alguien me dijo que no llorar no significa estar bien, sino la ausencia de lágrimas. Y las he recuperado por fin, han vuelto las noches llorando con las manos apretandome la cara, para que nadie me escuche.
Todo empezó un 15 de Abril. Tú, me devolviste la vida. Y un día como hoy, hace 2 meses, me la arrebataste. Dejando conmigo un cuerpo sin alma, sin fuerza, libre de sentir cualquier tipo de sentimiento.
Esta noche no, no voy a llorar, ni voy a echarte de menos. Esta noche, después de repetirme millones de veces: Hoy no; hay un mar de lágrimas en mi almohada, un vacío en el pecho y, un sentimiento, muy común últimamente, de culpabilidad, que invade cada milímetro de mis entrañas.
La misma pregunta, todos los dias desde que te fuiste: ¿para qué, sin ti? Te has quedado con mis ganas de vivir, con mi fuerza, mis sonrisas verdaderas. Y me has dejado sola, en medio del oceano, cansada de nadar. Preguntándome a todas horas: ¿para qué, sin ti?
Me llevaste contigo, tal vez sin quererlo. Pero al tirarte, ese algo que nos unía me tiró tambien. Solo que yo, por desgracia, sobreviví. Y lo sigo haciendo, porque una vida sin ti no es vivir.